Me gusta el juego, por eso desde pequeña los escenarios me llamaban la atención más que las clases, el chocolate o cualquier actividad que no fuera disfrazarme, bailar o cantar. Me cuenta mi madre que desde que aprendí a hablar me sentaba delante de la pantalla y les daba la réplica que a mí mejor me pareciera a los personajes, o me acercaba a la pantalla y les consolaba o les daba un beso… Les reñía… Todo un espectáculo. Todo mi mundo estaba fuera de esa realidad que decían los mayores que era la real y a la vez, me encantaba observar sus conversaciones, ser espectadora de su vida, a veces hasta creía oír y prever sus cabezas. La danza y en canto eran mi refugio, Y la casa de mis abuelos maternos o mi abuela paterna, las personas que realmente me criaron. Mi abuela era artista, mi abuelo joyero y mi otra abuela tenía una fábrica de alta costura y era diseñadora. Mi tío abuelo fue el primer productor de Almodóvar!! Pepi, Lucy Boom y otras chicas del montón… Así que imaginaros el entorno que me rodeaba. Mi realidad en casa distaba mucho de aquella que me proporcionaba el confort de la casa de mis abuelos y su entorno. Era un entorno distante, frío, con un núcleo familiar muy disfuncional y poco seguro, idas y venidas, personas que aparecían o ya no estaban más. El cuento de la cenicienta, solo que yo tenía más de una escapada al paraíso. Mi abuela materna me disfrazaba, bueno yo me disfrazaba con sus pelucas, bisutería y todos los disfraces que guardaba en una de mis habitaciones favoritas y luego me ponía un trozo de barro entre las manos y ala… A pasar la tarde, o bien mi abuelo me dejaba entrar en el taller y veía como fundía el oro, o como engarzaba las piedras preciosa… O los diseños de mi abuela paterna, que me llegaban al alma ¿No es una maravilla? Es uno de los recuerdos más preciosos de mi infancia, mis abuelos y el escenario. La vida me alejó de ellos cuando tenía 9 años, y luego la realidad que me dio en la cara de lleno, una adolescencia difícil, sin saber dónde tenía la izquierda ni la derecha, más perdida que un pulpo en un garaje, intentando encajar allí donde no era. Problemas de abusos, trastornos alimentarios, la pérdida de uno de mis padres y una falta de cuidados y dirección bárbaros. Todas estas experiencias son quien soy hoy, yo, ahora, son mi fuerza y mis aprendizajes de vida.
El día que con 20 años decidí por una casualidad hacer una clase de teatro para probar, todo, de repente, todo, TODO, TOMÓ SENTIDO. Y literalmente, EL TEATRO ME SALVÓ LA VIDA. Volví a sonreír, a bailar, me reencontré con mi esencia, con el juego. Y sin pensarlo, cogí todo el dinero que había ahorrado trabajando y lo invertí en mi formación, cuatro años en el Institut del Teatre de Barcelona, donde conseguí la licenciarme, empecé a trabajar antes de acabar la carrera y decidí combinar mis estudios con una serie diaria en la estuve dos años, gracias al maravilloso e increíble Jordi Frades, que me dio mi primera oportunidad con un personajazo extraño de encontrar en una serie diaria. Un regalazo. Y mi carrera ha sido así, con altibajos y con muchos regalazos también. En uno de esos… Espacios en blanco que trae esta profesión, decidí sacarme los pocos créditos que me quedaban colgados de la carrera y irme a hacer un Erasmus en la Rose Bruford College de Uk, en la opción de acting Shakespeare. Seis meses inmersa con las y los mejores profesionales. Me enamoré de la escuela inglesa, del amor y la dedicación al trabajo, de la técnica entendida como herramienta para llegar al imaginario y ser específica… Un cambio de paradigma, así que me quedé ahí un buen ratito, explorando más su visión del teatro, del cine, la precisión y sutileza con la que dicen el texto y pasan por el personaje… Vaya, tan enamorada que luego me fui, siguiendo a Patsy Rodemburg (Una de las mejores coach de Uk, algunas dicen que del mundo.), a New York New York, ella hacía ahí un MÁSTER… Y, ¡QUÉ LOCURA! Eso sí que fue un life changing Experiencie en toda regla.
Casi todo lo que he ganado trabajando, excepto la vida, que ya cuesta, lo he invertido en formarme, porque la curiosidad me puede. De hecho después de muchos años de carrera, ahora estoy formándome con el maestro argentino de actores Alejandro Giles… Sí lo sé, una locura, pero cuanto más sabes más quieres, cuanto más entiendes que la imaginación y el cuerpo, que la palabra y la voz se entrenan, más quieres; Al menos más quiero yo. He trabajado en teatro con directorxs de la talla de Carme Portaceli, Víctor Conde, Josep Maria Miró, Ricard Reguant, Matt Wilde (Uk.), Iván Morales etc y he participado en series durante algunas temporadas cuando he tenido suerte (El cor de la ciutat, Com si fos ahir, Mira lo que has hecho…), en series de una temporada (Un nuevo amanecer), participado con algún prota capitular (Nit i dia, KMM…), en tv Movies (Clara Campoamor, la mujer olvidada etc.) y en algunos cortos, pocos, pero todos con premios, y en casi todos, premios también a mejor actriz. La verdad, es que en general me siento muy afortunada de la gente con la que he tenido la suerte de trabajar, de compartir escenario, set y camerino a veces.
Como veis casi todo se centra en mi trabajo como actriz y la verdad que la fina linea entre trabajo y adicción ahí están. Amo este trabajo y cuando no estoy encima de un escenario o delante de las cámaras ayudo a otras personas, actrices y actores a hacer un buen trabajo. Compartir lo que he ido aprendiendo a lo largo de mi experiencia y mis formaciones me conecta con mi actriz y me permite aprender aún más. Disfruto tanto de ver trabajar a lxs demás y ayudarlxs, casi tanto, como de subirme a escena.
Me declaro ENAMORADA DE LOS PROCESOS Y DE LA CURIOSIDAD